Los sólidos no deseados se acumulan en la superficie interna de la malla fina, formando un revoque de filtración que filtra partículas aún más finas, creando un diferencial de presión. Una vez que la caída de presión alcanza un nivel preestablecido, el sistema de control activa un ciclo de enjuague, abriendo la válvula de enjuague (4) a un drenaje atmosférico y cerrando la válvula opcional de salida controlada (C.O.V.) (5).

Como resultado, cae la presión en la cámara del motor hidráulico (6) y el conjunto del colector de suciedad (7). La caída de presión crea una corriente de retrolavado, que succiona la suciedad de la pantalla, de forma similar a una aspiradora. El agua de retrolavado se transporta a través de las boquillas (8) y el tubo colector directo antes de ser expulsada por los orificios del motor hidráulico (9).

El agua que sale del motor hidráulico hace que el colector directo gire, de forma similar a un rociador. Además, la caída de presión en la cámara del motor hidráulico obliga al conjunto colector de suciedad a moverse axialmente, controlado por el pistón hidráulico (10). Esta combinación de movimientos asegura que toda el área de la pantalla se limpie en cada ciclo.